(Nota extraída de Info Gremiales) Al iniciar 2018, el secretario general del gremio de Custodios, Christian López, reitera las deficiencias del sector que afectan tanto a los trabajadores como a los que reciben el servicios de vigilancia.
Christian López, secretario general del Sindicato Unidos Trabajadores Custodios Argentinos (S.U.T.C.A) vuelve a denunciar a las empresas de seguridad privada, resalta la falta de cumplimiento del convenio Colectivo de Trabajo y de las leyes laborales. La injerencia de los clientes en el esquema de precios y la precarización laboral de los trabajadores.
“… Mil empresas de seguridad privada actúan en el Área Metropolitana empleando 85.500 trabajadores. Sin embargo el 80% de ellas no cumple con la Ley de Contrato de Trabajo. Tampoco lo hacen con el Convenio Colectivo de Trabajo, que paradójicamente está hecho a la medida de la patronal y le resta derechos a los compañeros emanados de las leyes laborales y de la propia Constitución Nacional. Estas empresas en su inmensa mayoría fueron creadas en la década del 70 por militares, muchos de ellos implicados en delitos de lesa humanidad. Armaron así, junto a un sindicato ahora intervenido, un perverso sistema destinado exclusivamente al disciplinamiento, al hostigamiento y al trabajo esclavo. Este andamiaje utiliza el cambio de lugar y hora de trabajo como castigo “legal” destinado a acallar las voces de rebeldía y a minar cualquier intento de organización sindical“, señala López.
En el mismo sentido también señaló que en la actualidad hay empresas que siguen abonando el aguinaldo en cuotas, hasta en 12 e incluso el salario en varios tramos. Evaden aportes previsionales y liquidan parte del salario en negro, con la consiguiente evasión de aportes al fisco. No brindan los cursos de capacitación correspondiente con lo cual afectan tanto a los trabajadores como a los clientes que toman los servicios de custodia. También señaló deficiencias tanto en los servicios de ART como de obra social que padecen los trabajadores de la actividad.
A esto hay que sumarle la injerencia de los clientes en la formación de precios. Los grandes centros comerciales, los bancos y el sector público imponen precios viles en las licitaciones produciendo como consecuencia un servicio de baja calidad y la mala liquidación de haberes , presentando a la seguridad privada como un costo, cuando en realidad es un valor agregado, ya que la misma atrae a más clientes por sentirse custodiados o permiten vender más inmuebles. Asimismo, marcó la injerencia de las Cooperativas como una verdadera estafa laboral, que bajo esa figura jurídica esconden grandes empresas que estafan al estado y a los trabajadores, presentándolos como socios que no son. Lamentablemente el empresario de seguridad con tal de agarrar un contrato nada le importa, aunque se afecte la integridad de sus trabajadores o se vulnere la de sus clientes. Funcionan de esta manera como una verdadera Mafia. Hemos hecho cerca de 1.000 denuncias a los organismos de control, con toda la documentación pertinente y hemos recibido pocos resultados.
Finaliza Christian López: “…el círculo cierra con trabajadores con ingresos por debajo de la línea de la pobreza, con jornadas laborales de 12 horas o más. Con servicios lejos de sus hogares. Con poco tiempo para descansar y pasar tiempo con la familia y con una actividad desbastada”